En los últimos años, se ha observado un aumento de las ofertas comerciales de servicios médico estéticos que derivan los pacientes a clínicas extranjeras como, por ejemplo, los conocidos trasplantes capilares en Turquía, o las macro-liposucciones en Santo Domingo.
Desde la Sociedad Española de Medicina Estética, queremos informaros de cuál es nuestro posicionamiento.
Al margen de las complicaciones que, en su caso, un viaje inmediato al tratamiento puede producir; lo cierto es que, cuando el paciente acude a un centro fuera de nuestro país (y especialmente a un país fuera de la Unión Europea), desconoce la titulación del doctor -o al menos la normativa y requisitos para otorgar la licenciatura en medicina y/o cirugía en dicho país-, así como las condiciones sanitarias de la clínica o la legislación en materia de salud pública de dicho país e, incluso, desconoce si en dicho país se exige, o no, a sus profesionales la contratación de un seguro de responsabilidad civil.
Como sabéis, desde este año 2017, se nos exige la validación periódica de la colegiación y todo ello conforme a la Directiva 2013/55/UE. Con esta Directiva se trata de introducir unos principios comunes de formación, con el objeto de proteger la salud pública y la seguridad de los pacientes, mediante la valoración de conocimientos, aptitudes y competencias de los profesionales de cada Estado Miembro. Nada de esto podemos garantizar al paciente al que aconsejamos que, por motivos económicos, no de salud, viaje a un país extranjero a realizarse un tratamiento.
Por otra parte, no debemos olvidar que si un médico ha tratado a un paciente en el pre y en el post tratamiento corremos el riesgo de que dicho paciente, en el caso de una complicación, acuda a reclamar al doctor que le trata en España al sobreentenderse cierta relación de connivencia y/o mercantil. No cabe duda de que podremos defender la exención de responsabilidad (si hemos advertido al paciente que no somos responsables de su decisión de acudir a realizarse un tratamiento médico en el extranjero) y de que el tratamiento fue realizado por un tercero pero la demanda, por facilidad, cuestión económica y cercanía, se dirigirá en un primer momento a vuestra clínica.
Por todos estos motivos, os desaconsejamos ofrecer estos servicios médicos en el extranjero, ya que no podréis garantizar la seguridad y la calidad de los mismos y hacerlo es también contrario a la estrategia del colectivo médico estético y, en particular, de la SEME para alcanzar los objetivos por los que llevamos tanto tiempo luchando.